viernes, 5 de septiembre de 2008

T-1LA ÈTICA Y LA NECESIDAD DE SABER

MAESTRÌA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÒN Y TECNOLOGÌA EDUCATIVA

TUTOR:RAÙL PORRAS RIVERA

ALUMNA: FILIBERTA SÁNCHEZ BRITO

CENTRO DE FORMACIÓN CONTINUA 2

ENSAYO: LA ÉTICA Y LA NECESIDAD DE SABER

LA ÉTICA LA NECESIDAD DE SABER

La investigación debe ser una búsqueda de la verdad, que permita expresar la opinión de cada persona involucrada en la misma, realizar este trabajo de forma objetiva es algo que requiere de la realización de un gran esfuerzo para dejar de lado nuestros conocimientos anteriores , nuestros prejuicios y todo aquello que pudiera intervenir en la investigación.
Buscar conocimientos nuevos de forma sistemática, conocimientos que expresen comprensión a los demás respetando opiniones, hábitos, costumbres sentimientos que no demeriten ninguna habilidad de los sujetos involucrados y, sobre todo, que nuestros deseos de encontrar aquello que suponemos es la verdad no incida sobre los resultados, es una característica importante que debemos cuidar en el momento de hacer investigación.
Al buscar la verdad de la realidad en cualquier ámbito es importante recordar que cada persona tiene sus propias ideas, sus propias opiniones sobre cada situación y respetar todas aquellas opiniones que, aunque no concuerden con las nuestras son importantes y merecen tomarse en cuenta.
Al investigar debemos cuidar el método que hemos decidido utilizar en nuestro encuentro con el conocimiento del problema, es importante cuidar nuestro sustento teórico, ya que la teoría alimenta de forma importante a la investigación, pues, es imposible partir de cero en el conocimiento de nuestro problema.
Cuando indagamos profundamente un problema, el objetivo de nuestra indagación debe estar claro, y de acuerdo a ello es que debemos trabajar, no perder de vista aquello que impulsó nuestra necesidad de saber.
La ética es el motor del actuar humano, es un algo intangible siempre presente en cada una de nuestras acciones, a cada momento nuestra vida es regulada por los principios que orientan nuestras acciones y la investigación no debe quedar fuera de esta situación, lo que es más, debe permearse de la misma.
Sí, es urgente que en la investigación se respeten las ideas que han sido generadas por otras personas, dando crédito mediante la cita textual correspondiente, el investigador tiene no solo la obligación de investigar, sino más aún el compromiso firme de buscar toda aquella información que sirva a su investigación y este compromiso debe ser extensivo a realizar las referencias bibliográficas necesarias sin omitir ninguna.
Una forma grave de faltar a la ética en la investigación es cuando las personas, los investigadores o los científicos toman los trabajos de otros y los presentan como propios, estos reciben el nombre de plagio. Sin embargo este hecho es más común de lo que quisiéramos y más antiguo de lo que podríamos esperar, a lo largo de la historia encontramos plagios en la investigación, plagios en los trabajos científicos.
”Uno celebre es el de Alfred Russell Wallace y el de Charles Darwin cuyas teorías sobre la selección natural son ampliamente coincidentes. El primero desarrollo la suya en indonesia donde se había instalado en 1854, pero cuando en 1858 se reunió con Darwin en 1858 se encontró con que este ya tenía un manuscrito de su teoría.” (Bar, Nora. pp. 1)
Hoy en día incluso existen una gran cantidad de casos ya documentados sobre el plagio, y esto se debe a la facilidad con que se genera la publicación de los mismos y más aún el crecimiento de la cultura de “cortar y pegar” ya tiene una contraparte legal en la cuál pueden ampararse los autores reales.
Más allá del sustento legal, el principio de respeto a las ideas de otros debe ser el compromiso a establecer en una investigación teórica. Así podemos sustentar firmemente nuestra labor como profesionales investigadores de la actividad educativa.
El docente investigador está comprometido a buscar el por que de las grandes fallas o carencias de la educación, está comprometido a debatir con su práctica misma y derribar los grandes mitos de la educación con su búsqueda de la verdad, con su práctica investigadora; que lleve más al logro de métodos innovadores que potencialicen los haberes; y menos a la solo, certeza de que existen grandes baches en nuestro sistema.
Comprender los grandes esfuerzos que realizan cada uno de los actores de la educación, requiere de una reflexión profunda, de cada uno de los involucrados y el investigador.
En palabras de Edgar Morín “la comprensión, se pierde cada vez más, ante la incongruencia de vivir en la mal llamada era de la comunicación”.
La comprensión no solo es aplicable a la relación entre unos y otros también es importante comprender todos los procesos de socialización, todos aquellos sucesos sociales que tiene efecto sobre el desarrollo de las culturas o bien aquellas situaciones que según, algunos puntos de vista podrían detener el desarrollo de las comunidades.
Es importante que como investigadores se tenga una mente abierta, una mente que logre sólo el análisis del hecho en sí, sin tomar postura alguna, una mente que logre observar el acontecimiento sin juzgarlo, que sea capaz de argumentar de entender, de compenetrarse con las comunidades que este indagando.
Sin embargo, la comprensión es algo que debe iniciar desde uno mismo “la incomprensión de sí mismo es la fuente de incomprensión de los demás” (Morín Edgar, pp.4,1999) Ya , que como menciona Edgar Morín si iniciamos por hacer uno introspección de nosotros mismos y reconocemos el porqué de nuestras insatisfacciones, de nuestros sentimientos encontrados, el porqué de nuestros sinsabores, encontraremos la paz y tranquilidad para comprender a los demás.
Las situaciones familiares, son un punto siempre difíciles de tratar, cuando un familiar actúa por su cuenta y realiza actos que no nos satisfacen, siempre realizamos prejuicios, que no deberían de realizarse sin reconocer y analizar perfectamente la situación, para comprender el porqué de las acciones de nuestros familiares. Pero más importante que todo esto; debemos recordar que nuestro papel es sólo aceptar sus decisiones y apoyarlos en aquello que deseen emprender, en aquello que hayan decidido realizar.
En nuestra sociedad existen acontecimientos reprobables que escapan a nuestro entendimiento, acontecimientos que para lograr entender tendríamos que haber vivido la vida de quién lo realizo, estar inmerso en su historia social y tener las necesidades que la o las personas que realizan la acción o presentan y solo así quizá lograríamos comprender lo realizado.
Cuando alguien cometa alguna acción que nosotros, basados solo en nuestro conocimiento de la situación reprobemos, es importante lograr ponernos en los zapatos del otro para lograr, establecer sus razones, y así comprender sus porqués, nunca debemos actuar en una situación que se encuentre reciente, púes esto nos puede llevar a actuar en forma apresurada y no tener la tranquilidad necesaria para tomar la mejor decisión.
“La ética de la comprensión pide argumentar y refutar en vez de excomulgar…no excusa ni acusa: nos pide evitar la condena.” (Morín Edgar. pp.5)
Es importante que cada vez que intentemos condenar alguna acción recordemos que cada persona tiene una acción de la cual, no está plenamente convencido, cada uno de nosotros ha tenido errores; que en algún momento de su vida ha cometido acciones de las que se arrepiente, las haya realizado por ignorancia o por inexperiencia, siempre en todo momento es necesario volver la vista atrás y recordar que no existe esa perfección en nosotros que exigimos tan cruelmente a los otros.
En este momento, es necesario reflexionar de forma muy especial sobre esa comunidad con la que trabajamos, nuestros jóvenes, nuestros jóvenes adolescentes, que incontables veces tienen un ímpetu tan grande que los lleva a actuar sin reflexionar grandemente sobre las consecuencias de sus actos, que los lleva a dejarse llevar por sus sentimientos, por su inexperiencia; cuando se es joven, se actúa de una manera pura, de una forma noble; es seguro que no hay otro momento más sincero en nuestro actuar que el de la adolescencia.
Es importante que al realizar nuestro trabajo y nuestras investigaciones no olvidemos las características de nuestros muchachos, que siempre se tengan presentes sus características y su entusiasmo por colaborar.
Es determinante también que al elaborar nuestras investigaciones analicemos el contexto en el que se encuentran nuestros alumnos y no olvidar nunca que son producto de su contexto socio-histórico cultural.
Que difícil es lograr la comprensión de la sociedad, estar inmerso en un mundo tan cambiante, tan diverso, tan heterogéneo, es difícil de definir nuestra postura ante tantos acontecimientos plurales. No perdamos de vista que la postura importante es la nuestra; pero esto no limita que existan otras opiniones tan importante como la nuestra, que aunque puede ser diametralmente opuesta, no por ello merece menos atención; una mente siempre abierta es determinante y nos ayudará a ser “tolerantes”, aunque a mi entender la palabra tolerancia no debe existir, la tolerancia implica un grado de frustración que no debe estar presente en nuestro actuar.
Es imperante que logremos respetar las ideas de los otros defenderlas y respetarlas como si fueran propias esto logrará un grado de solidaridad tan necesario en estos tiempos, que lejos de dispersarnos como individuos nos mantendrá unidos.
La unión juega un papel importante y esta debe estar unida a la solidaridad para lograr formar una sociedad fuerte que establezca objetivos comunes para establecer un vínculo tan fuerte con todas las culturas que en lugar de disgregar unifique.
Este respeto multicultural puede lograr la transculturalidad que se requiere para establecer ese vínculo que fortalezca nuestra gran comunidad llamada planeta Tierra.



BIBLIOGRAFÍA
Bar, Nora. Plagio en la ciencia. Diario la Nación. 30 de Enero 2008. http://navegandored.blogspot.com/2008/01/el-plagio-en-la-ciencia.html.
Morín Edgar, “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro”, Correo de la UNESCO, 1999.

Rojas Soriano, Raúl, “Formación de investigadores educativos”, Edit. Plaza y Valdés, México 1992

1 comentario:

Raúl Porras Rivera dijo...

Felicidades Filiberta, muy buen trabajo